
Montefrío, un pueblo con vistas
Hay ocasiones en que los tesoros son tan evidentes que hasta pasan desapercibidos, y es necesario que sean otros los que nos hagan percatarnos de su existencia. El mejor ejemplo de esto es el pueblo granadino de Montefrío, hasta hace relativamente poco tiempo, un gran desconocido, pero cuya vida cambió de forma radical a raíz de que la prestigiosa revista “National Geographic”, lo incluyera en la lista de los 10 pueblos del mundo con mejores vistas.
La proyección obtenida por Montefrío a través de este medio ha hecho que incluso los mismos granadinos comiencen a mirar con otros ojos a esta pequeña localidad y a valorar en su justa medida los atractivos que, por ser para ellos tan habituales, les resultaban hasta ahora indiferentes.
Y es que las bellas vistas a las que National Geographic se refiere no son sino el conocido y familiar paisaje de olivos y prados que tan común resulta en Andalucía. Aunque está claro que algo debe tener Montefrío para gozar de semejante consideración, de manera que sin pensármelo mucho, me dispongo a averiguar qué es.
Llegando a Montefrío llama poderosamente la atención, además de la variedad paisajística de su entorno, el conjunto monumental que conforman la fortaleza árabe y la Iglesia de la Villa, construidas ambas en lo alto de un peñón. A este conjunto se le conoce como El Castillo de Montefrío, y es una de las estampas más representativas del pueblo.
De hecho, en sus calles puede observarse incluso señalización en japonés, un hecho motivado por la repercusión que tuvieron unas imágenes del Castillo de Montefrío en aquel país gracias a aparecer en un anuncio y como portada del libro “Los 100 pueblos más bellos del mundo”, y que provocó un notable flujo de turistas nipones.
Su singularidad, además de su ubicación en lo alto de una roca, radica en el hecho de que los Reyes Católicos mandaron construir la iglesia, que se levantó entre 1486 y 1507, en el interior del castillo árabe que había levantado el rey moro Yusuf I. Esta es de estilo gótico, aunque la posterior reforma llevada a cabo entre 1549 y 1570 le añadió un buen número de detalles renacentistas, como su fachada.
La villa está declarada conjunto histórico artístico, y paseando por las calles de Montefrío es posible encontrarse con edificaciones significativas que en muchos casos han ido adoptando un propósito distinto al inicial y más acorde con las necesidades actuales.
Por ejemplo, el Hospital de San Juan de los Reyes, fundado en 1530 con fines benéficos, el Hospital de San Juan de Dios, también del siglo XVI, y que hoy en día es sede de la policía local, la Iglesia de San Sebastián, que actualmente hace de sede del Centro de Salud, o la casa señorial sita en la Plaza de España que hoy acoge el Ayuntamiento.
También cabe destacar la Casa de la cultura, ubicada en lo que se conoce como el Pósito, y que inicialmente tenía como función almacenar el grano, o la Casa de los Oficios, de 1579, que cuenta con una bonita fachada y en la que se encuentra la oficina de Turismo.
Gran parte del atractivo de Montefrío recae también sobre sus alrededores.Yendo desde la carretera que comunica Montefrío con Íllora se llega al paraje natural conocido como la Peña de los Gitanos. En este paraje se conservan restos neolíticos, en concreto, un gran número de dólmenes , y también hay evidencias de un asentamiento de la época ibero-romana.
Otro lugar de interés en los alrededores de Montefrío es el Barranco de los Molinos, conocido así por que existen restos de varios molinos romanos, y en el que pueden admirarse también unas bonitas cascadas, y el Puente Romano, que se sitúa sobre el arroyo de Milanos. En general, toda la zona ofrece interesantes posibilidades para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
Y como no puede ser de otra forma, es obligado probar la cocina propia de la zona, así que después de leer algunos comentarios me decidí por el Restaurante El Pregonero. Aunque en su carta hay un poco de todo, mi interés se centraba en conocer los platos típicos del pueblo, así que, por recomendación de Jesús, el Chef, me decidí por el Jamón asado de primero, y los sesos al mojeteo de segundo. Muy ricos.
En cuanto al alojamiento, Montefrío no cuenta con una gran infraestructura hotelera, ya que su condición de punto de interés turístico es bastante reciente. De cualquier modo, el Hotel La Enrea es sin lugar a dudas el mejor sitio para alojarse en el pueblo.Construido en un antiguo molino de aceite del Siglo XIX, tiene el encanto de las casas rurales pero todas las comodidades que se puedan pedir. Los muebles son de madera y hierro forjado, y el paisaje típicamente andaluz seguro que te hará disfrutar de tu estancia en este hotel.
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