Viajar a Cuba ha sido mi sueño y el primer país que he visitado cuando he empezado mi viaje por Centro América.
La muy decantada salsa, los movimientos sinuosos de estos cuerpos que parecen todos tener ritmo en la sangre, Chan Chan de Buena Vista Social Club siempre en mi cabeza y una cuestión política interesante y curiosa ha estimulado por largo tiempo mis fantasías hasta cuando he decidido que todo tenía que empezar desde Cuba.
Mi viaje, mochila en hombro, ha empezado por uno de los últimos países comunistas que queda en el mundo y del cual tanto se oye hablar, dónde el turista siempre «tiene la razón» y el local es mantenido lejos de los turistas, en donde uno se equivoca con una doble moneda y dónde sus habitantes siguen alabando a Fidel Castro como si fuera Dios. Y admito que si se oye hablar alguna duda sobre su santidad te entra en la sangre.
La Habana probablemente es la ciudad más bonita que haya visitado en mis seis meses de viaje entre Caribe y Centro América. Aquéllas que hasta entonces sólo eran fotos en mi mente se han convertido en realidad y todo era como me lo imaginaba, ni más ni menos. Inútil decir que ver estos coches americanos pintados de los años ’50 ha hecho que la ciudad sea particularmente fascinante, aunque el aire sea un poco pesado y me ha parecido a veces difícil poder respirar sobre todo si me encontraba en zonas traficadas.
El Che y Fidel están en todos lados, en las plazas, en las tiendas de arte, en las casas y en las tiendas. A tal propósito también he tenido la suerte de participar en la manifestación pro-socialismo organizado por los estudiantes universitarios de Cuba. El espectáculo ha sido sugestivo. Veía desfilar delante de mí millares de chicos con unas antorchas creadas con latas de cerveza y un palo de madera, que ensalzaban al socialismo y sustentaban a Fidel. Por la primera vez he sentido un discurso politizado sensato y sobretodo hecho para que se creyera de verdad.
En sus palabras y su pasión sentí crecer fuerte el interés para este hombre que ha cambiado las suertes de Cuba, si para bien o para mal honestamente ya no lo sé. Desafortunadamente no he logrado llegar hasta a Santiago pero éste es el itinerario de viaje, clásico diría, que yo he seguido.
El viaje de hecho ha durado 2 semanas a las que he añadido 8 días que he pasado en la Habana en una casa particular.
Itinerario de viaje por Cuba, (2 semanas)
La Habana
La Habana tiene que ser absolutamente la ciudad donde empezar lo propio itinerario en Cuba, es una ciudad fascinante y decadente pero con un atractivo particular y único.
La Habana es una ciudad muy segura, como lo es en realidad la entera Cuba, una mujer que viene aquí sola no tendrá problemas de ningún tipo aparte de los usuales silbidos, pero de hecho se puede estar tranquilos cuando se camina por las calles.
Aconsejo calurosamente coger el primer día el autobús turístico, CUC5, que os hará dar así la vuelta de la ciudad por un día entero para poder tener al menos una visión general de la ciudad y poderos orientar.
La Habana es grande y por ejemplo desde la zona de la universidad, dónde estaba mi casa particular para llegar al centro hacían falta más o menos 40 minutos caminando.
Ciertamente el paseo merecía la pena, a lo largo del Malecón (paseo marítimo que indudablemente habréis visto en muchas películas) pero las distancias las he percibido.
¿Lo imprescindible de la Habana? Los arquitecturas coloniales de la Habana Vieja, un paseo a lo largo del Malecón, las arquitecturas barrocas del Gran Teatro y el edificio Bacardí, plaza de la Revolución y un vistazo a la Bodeguita del Medio, el famoso bar dónde Hemingway bebía el Mojito. A lo mejor no lo bebéis aquí ya que cuesta 6CUC contra los usuales 2 en los otros bares pero una visita merece la pena.
Si el tiempo lo permite un día de playa en la playa del Este es una obligación. Ésta es la playa de los cubanos de la Habana y si se va en verano estará llena de locales, mientras que si se va en invierno (que para nosotros parece verano igualmente) será en cambio una enorme playa blanca, vacía que se vuelca sobre el bonito mar del caribe.
Para llegarse se puede coger un autobús desde la plaza del Gran Teatro (precio 3CUC).
Varadero
¿Varadero sí o Varadero no?
También yo tuve mis dudas. Famosa localidad en que no se encuentran los auténtico cubanos y dónde florecen muchos resorts no estaba en mis planes, cuando luego la familia que me hospedaba me la aconsejó al menos para una excursión de un día. Billete de autobús ida y vuelta 20CUC.
¿Vale la pena? El mar efectivamente es guapísimo, cambia de color con el cambiar de la posición del sol. Para mi ha sido el primero mar del caribe que he visto, quizás no lo aconseje ya que hay muchísimas playas guapísimas en Cuba pero es siempre el primer mar caribeño de mi vida así que no puedo que tener un recuerdo especial y emocionante.
Pinar del Río
Pinar del Río se encuentra a 162 kilómetros a este de la región de la Habana y es la zona famosa por las plantaciones de tabaco, dónde se compran los verdaderos puros cubanos y se puede ver como se hacen.
Pinar del Río hospeda dos reservas naturales tuteladas del Unesco y en una de las dos (Valle de Viñales) se pueden ver unas cuevas calcáreas que son meta ambicionada de los escaladores.
En Viñales además se encuentra una gran pintura rupestre moderna que es llamada el Mural de la Prehistoria y en esta zona se vive como en el pasado, sin luz eléctrica, agua caliente y otra modernidad.
Entre las numerosas grutas subterráneas la más famosa es la Cueva del Indio cuyo río se puede atravesar en barco con tour guiado. Esta zona de Cuba es quizás la más atada a Fidel con respecto de las otras, gracias quizás al hecho de que aquí se vive predominantemente del turismo. Aquí los precios de las casas particulares bajan mucho con respecto a La Habana, se puede llegar hasta los 15cuc por noche.
Cienfuegos
La bellisima Cienfuegos. Arquitectura colonial y edificios pintados con tonos pastel que vuelven las calles muy elegantes y limpias. Aquí se funde un estilo neo clásico con arquitectura cubana. La provincia de Cienfuegos se encuentra cerca de las montañas, una visita a las cataratas de El Nicho es obligatoria.
Siempre aquí se puede nadar con los delfines.
Santa Clara
Aquí se encuentra el mausoleo del Che, una imponente tumba que Fidel ha querido dedicarle a su amigo y mejor combatiente argentino. El mausoleo está dividido en 2 áreas que se pueden visitar gratuitamente. La primera dónde está la tumba del Che y de sus compañeros muertos en Bolivia y 14 combatientes matados en Guatemala. La segunda hospeda fotos y objetos pertenecidos a Ernesto Guevara y que documentan el tiempo en que fue médico durante el desembarque del 1956 con Fidel.
Trinidad
Creo que sea mi ciudad preferida: es pequeña y fácil de ver a pies y en cada rincón hay algo que ver. Los colores de las casas son muy guay y además las casas son bastante menos caras que en La Habana. Las habitaciones generalmente son muy grandes y tienen patios externos dónde es agradable trabajar, leer un libro o sencillamente descansar.
Trinidad ha sido declarada Patrimonio de la humanidad por la Unesco y cuando se visita se entiende el porque.
Admito que es muy turística, y no se tiene ninguna dificultad en encontrar una casa particular ya que hay muchas y todas muy guapas.
Con unos 25cuc se puede tener una habitación espaciosa con desayuno y cena.
Aquí además está la famosa discoteca La Cueva que ha sido construida dentro de una montaña y admito que es muy impresionante y que verla absolutamente.
Desde Trinidad con un cocotaxi y una carrera de 15 minutos se puede llegar a la Playa Ancon que he encontrado bonita pero bastante turística y llena de hoteles y canadienses de vacaciones.
Desde Trinidad aconsejo volver a La Habana y gozar alguna noche en los locales escuchando y bailando salsa y bebiendo un mojito o bien encontrar algún acontecimiento de música jazz, otro género musical muy famoso en Cuba y que vale la pena ver.
Mi Cuba
En línea de principio creo que no sólo Cuba es guapísima sino que tenga un no sé que de extremadamente estimulante, una vitalidad mixta a tristeza y resignación. He encontrado un País fuerte y partido. Sonrisas enormes y alegres mezcladas a un sentimiento de esclavitud. La gente se siente esclava de un sistema que respeta, de un País que se quiere y para el cual «Hasta la Victoria» y «Patria o Muerte» no es algo que es sólo parte del mito sino que es la realidad.