
Viena en un dia
Viena es una de las ciudades más bonitas de Europa, y, sin embargo, no disfruta de tanta fama como Roma, París o Londres. Sin embargo, en nuestra opinión, es una de esas ciudades que debes visitar, cuando menos, una vez en la vida.
En esta ocasión, te explicamos qué es lo que debes visitar si sólo tienes disponible 1 día.
¿Qué ver en Viena en 1 día?
El primer lugar que hay que visitar en Viena es el Palacio de Schönbrunn, el cual era la residencia de verano de los emperadores austriacos, y que constituye uno de los edificios más importantes del país. Realmente sobrecogedor, hasta el punto de preguntarse cómo una sola persona podía necesitar tantísimo espacio.
Otros edificios que merece la pena visitar en la capital austriaca son el Palacio Belvedere, el Palacio de Hofburg y el ayuntamiento de Viena, todos ellos edificios impresionantes y de gran belleza (el buen gusto vienés fue reconocido durante décadas a lo largo de toda Europa), por lo que te recomendamos que no olvides tu cámara de fotos.
Otro de los lugares más emblemáticos de la ciudad es la Ópera de Viena, un edificio nuevamente espectacular, por el que han pasado los mayores genios de la música y que guarda en su interior más belleza de lo que se ve por fuera (que no es poco). Es posible que no puedas entrar, dependiendo del día que quieras visitarlo, pero, si esto ocurre, pregunta y trata de acercarte un día que sí puedas hacerlo, porque merece la pena.
El Parlamento de Viena, por su parte, destaca sobre el resto de los edificios por tener un estilo mucho más clásico, que no es tan común en este país como en otros de su entorno. Nuestra recomendación es que, en la medida de lo posible, se visite una vez de día y otra vez de noche, ya que por el día se puede disfrutar a la perfección de su belleza, pero la iluminación con la que cuenta por la noche hace que sea doblemente imponente.
Tampoco puedes olvidarte de visitar el Museo de Historia del Arte. Evidentemente, nuestra recomendación es que entres y disfrutes de sus galerías, ya que cuenta con piezas de muy alta calidad. Sin embargo, si no quieres hacerlo, te recomendamos igualmente que te acerques a contemplar el edificio, porque, nuevamente, es de una belleza sin igual.
Otro museo que merece la pena visitar (esta vez para entrar, ya que el edificio no es nada del otro mundo), es el Museo Leopold, donde podrás disfrutar de las obras de Egon Schiele. Y es que, aunque no domine tu viaje, disfrutar un poco de la cultura del lugar y del arte que allí se ha producido es casi una obligación en Viena.
En cuanto a la parte más natural, como puedes suponer, no puedes olvidarte de asomarte a alguno de los puentes que cruzan el Danubio. Este gran río tiene mucha historia y es la razón de que Viena sea la gran ciudad que es hoy. Disfrútalo.
Acuérdate que en otro artículo te explicamos que puedes hacer un crucero en barco entre Viena y Budapest..
Por último, como lugar de descanso, te recomendamos el Parque Burggarten, donde podrás comer o relajarte a media tarde disfrutando de sus campos de césped verde y sus arboledas, además de recorrer sus caminos y observar sus obras de arte, todas ellas talladas y esculpidas con una meticulosidad abrumadora.
Como ves, Viena es una ciudad para disfrutar, con tranquilidad y sin prisa, dejando que penetre en ti todo lo que ha pasado a lo largo de su historia, así como la enorme cantidad de artistas y genialidades que han nacido en la ciudad y cuya presencia todavía se respira en la atmósfera de la misma.
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