
Maalula: la Guerra se Carga una Lengua Milenaria
Me he enterado de esta noticia y me ha dado mucha pena. A parte del tema de la guerra (que no es ni la única ni la última que tendremos en este planeta de locos), lo que me ha emocionado en este caso es lo que quizás se pierda para siempre: un idioma antiguo, relacionado con la Biblia y Jesús. Los humanos no sabemos como tratarnos los unos a los otros :(. Aquí el relato de lo que ha pasado:
Maalula, un pequeño pueblo de Siria, y uno de los 3 en el mundo donde todavía se celebra misa en la lengua de Jesús (el arameo), acaba de ser conquistado otra vez por las fuerzas de Assad. Los fundamentalistas destruyeron los monasterios y los iconos.
Maalula es una comunidad antigua, donde cerca de 5.000 personas – únicas en el mundo, junto con un puñado de hombres y mujeres que viven en un par de pueblos de la zona – hablan arameo. El único lugar en el mundo donde las misas todavía se celebran en la lengua que hablaba Jesús. Desafortunadamente hoy de lo que era Maalula (situado a unos 50 kilómetros al noreste de la capital Damasco) solo quedan ruinas.
La zona ha sido el escenario durante siete meses de la guerra entre las fuerzas gubernamentales y las de la oposición siria como los islamistas de Al-Nustra (afiliados sirio-libaneses de Al Qaeda). El pueblo ha sido abandonado por sus habitantes: hace 1 mes ha sido liberado por las fuerzas del gobierno justo a tiempo para permitir a la comunidad local (cristiana como el 5% de la población de Siria) de celebrar la Pascua. Los habitantes se han encontrado literalmente con la sombra de su pueblo.
El gobierno de Damasco ha autorizado una visita al pueblo «guiada» por las fuerzas armadas. Maalula ha podido enseñar toda su desolación actual: carteles del presidente Assad, frases de apoyo al gobierno, soldados en pie de guerra bajo un sol abrasador. El silencio rodea ahora la ciudad y sus montañas. «La gente viene de vuelta aquí para una visita de una hora y luego se va otra vez» es el comentario de uno de los militares.
Algunas casas han sido quemadas, los balcones se han derrumbado, ventanas y puertas ya no existen. La histórica ciudad ha sido víctima de su propia importancia estratégica, debido a su ubicación en las montañas Qalamun, en la carretera entre Damasco y Líbano. El pueblo ha sido recuperado con la ayuda de Hezbolá, justo a tiempo para la visita de Assad del 20 de abril, Domingo de Pascua: un éxito simbólico para el régimen ya que se promociona como el protector de las minorías, un estatus que la oposición etiqueta como pura propaganda.
De momento, no se ve el rastro de una posible reconstrucción en un área de mayoría ortodoxa griega, con una pequeña comunidad de musulmanes. Los 2 monumentos más importantes del pueblo han subido daños quizás irreparables.
El Mar Takla (monasterio construido encima de la que se considera la tumba de Santa Tecla) y el monasterio de Mar Sarkis de época bizantina. El Mar Takla ha sido saqueado y luego utilizado por los yihadistas como puesto militar. Viendolo hoy parece un basurero, con muchos grabados cristianos destrozados y abandonados en el suelo, y los ojos de las figuras y de los iconos arrancados. Las celdas de las 12 monjas que habían sido secuestradas por Al-Nusra en diciembre y liberadas tres meses después se han quemado así como los libros, las porcelanas, etc… Lo mismo le ha pasado al orfanato con juegos, marionetas y dibujos de los niños abandonados en el polvo.
Todo muy triste y desolador.
Joana Isabel
enero 3, 2017Esto que pasa en Siria ya es vergonzoso….Yo ya habia oido hablar.., hace muchos años de esta ciudad….y si ahora también esta destrozada…,,,,que pena…las guerras acaban con todo …además del sufrimiento y la muerte de muchas personas que ni siquiera tienen nada que ver con confilictos armados….