
Qué ver en Osuna
A raíz de que la popular serie de televisión “Juego de Tronos” decidiese usar esta villa sevillana como escenario, el número de personas interesadas en visitar sus parajes se ha disparado. Sin embargo, Osuna es algo más que «Juego de Tronos», y a buen seguro sorprenderá al viajero que se acerque hasta allí siguiendo solamente el rastro de los Stark, los Baratheon, los Lannister y demás linajes que se disputan el Trono de Hierro.
Ubicada a menos de una hora en coche de Sevilla capital, Osuna ha sido durante siglos una de las ciudades más prósperas de la provincia, lo que se ha hecho notar en un patrimonio histórico de primer orden.
El origen de Osuna se remonta hasta hace casi 3.000 años, cuando los turdetanos empezaron a poblar de forma permanente la zona. Posteriormente, ya en época romana, la ciudad sería refundada como una colonia por Marco Antonio, recibiendo poco después el nombre de Urso del que deriva la denominación actual y que aún marca el gentilicio de los habitantes de la ciudad, los ursaonenses. En siglos posteriores Osuna pasaría a manos de los musulmanes, siendo reconquistada por el rey Fernando III durante el siglo XIII.
Toda esta historia tiene su más fiel reflejo en que los casi 18.000 habitantes de la ciudad pueden disfrutar de multitud de rincones cargados de belleza, entre los que destaca uno de forma significativa: la calle San Pedro, que la Unesco la eligió como la segunda calle más bonita de toda Europa.
Las razones para ello son evidentes una vez comenzamos a recorrerla. Sus imponentes casas señoriales y palacios barrocos, construidos con la piedra extraída de la cantera romana, componen un conjunto verdaderamente impresionante, donde brilla con luz propia el Palacio de los Marqueses de Gomera, hoy transformado en instalación hotelera y magnífica opción para pasar la noche en la ciudad.
Cerca de allí también destacan otras joyas de la arquitectura sevillana como la Iglesia de la Merced, con una excepcional torre que supone uno de los puntos más reconocibles de la ciudad, el Palacio de los Cepeda, construido en el siglo XVIII en un exquisito estilo barroco, y la Cilla del Cabildo, cuya espectacular fachada de roca labrada protagoniza buena parte de las instantáneas que toman los visitantes de Osuna.
Dando un pequeño paseo por el centro de la ciudad y dirigiéndonos hacia su parte más alta por alguna de sus empinadas cuestas, encontramos la zona que romanos y musulmanes usaban para dominar todo el territorio y poder advertir la llegada de sus enemigos.
Allí, en los aledaños de la Plaza Mayor, se reúnen tres enclaves de visita obligada para todos los viajeros que pasan por Osuna.
La primera parada nos lleva al Monasterio de la Encarnación, un antiguo hospital, rehabilitado en el siglo XVII, que quizás no llame especialmente la atención por su aspecto exterior. Sin embargo, una visita a su interior cambiará completamente esta percepción, gracias a su magnífica pinacoteca y una capilla donde destaca un retablo digno representante del mejor barroco sevillano. Además, también podemos llevarnos de recuerdo alguno de los dulces típicos de la zona que elaboran las monjas del convento de forma artesanal.
Sin casi haber atravesado un par de calles nos encontramos con la Universidad de Osuna, una de las más antiguas de toda España, ya que abrió sus puertas en el año 1548. Su estilo renacentista contrasta con el recargado barroco tan característico de otros edificios de la ciudad. De líneas claras, destacan los cuatro torreones que adornan sus esquinas, pero donde realmente conquista al visitante, es en su interior, donde su maravilloso patio central y la biblioteca ya justifican sobradamente la visita.
Y para el final hemos dejado la joya de la corona: la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción. Construida bajo el mecenazgo del IV Conde de Ureña, Juan Téllez Girón, su catalogación como Bien de Interés Cultural es más que merecida. Dentro de las tres iglesias que componen la Colegiata es posible encontrar el rastro de artistas como Juan de Mesa, José de Ribera o los discípulos de Zurbarán. Una obra monumental que bien merece una visita guiada que nos vaya desentrañando todos los secretos que se esconden en sus rincones.
Aunque si vuestro interés por Osuna viene dado por su relación con «Juego de Tronos», entonces no puede cerrarse esta visita sin dirigirse hasta su plaza de toros, escenario de uno de los momentos más recordados de la serie y que a buen seguro hará las delicias de todos los fans.
Sea cual sea la razón por la que se elige Osuna, esta pequeña localidad sevillana no decepciona nunca al visitante, cuyas calles están plagadas de retazos de historia y que además cuenta con el atractivo añadido de la calidez del carácter de sus gentes.
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