Visitar Počitelj la Ciudad de Piedra de Herzegovina

Ivo Andrić la ha llamado la ciudad de piedra y no podría haber dado una mejor definición: Počitelj parece haber nacido de la montaña sobre la que se alza, como si cada edificio hubiera encontrado su camino a través de los densos árboles cuyos troncos tienen el mismo color grisáceo de las paredes. Ponerse en frente de este pueblo, situado en el margen derecha del río Neretva, es como ver la cara de una persona mayor, con el rostro surcado de arrugas, cada una de las cuales cuenta una parte de su historia.

Pocitelj es un pueblo pequeño, a menos de 30 km de Mostar, que creo que es una parada obligatoria para aquellos que están de visita en Bosnia y Herzegovina. Tiene una larga historia como ciudad fortificada, y ha desempeñado un papel de gran importancia estratégica durante la época medieval bajo el gobierno húngaro; durante la ocupación otomana en cambio, fueron construidos los edificios protagonistas de la vida pública, tales como mezquitas, el hammam y los baño turcos, las escuelas (Makteb y Madresa) y la torre del reloj. Ahora podemos vislumbrar sólo una parte de la belleza original de este lugar porque aunque se ha conservado casi intacto hasta el siglo pasado, la guerra de los años 90 ha perjudicado gravemente a muchos de estos edificios preciosos.

Cuando llegamos nos encontramos con una señora vendiendo conos de fruta fresca o seca en una cesta y durante un día de verano como ese no podía haber mejor bienvenida. Un paso tras otro, en estas calles empedradas también de piedra gris, nos aventuramos por caminos estrechos que pasan debajo de las terrazas y se convierten en escaleras para subir a la Mezquita Hadži Alija. Este edificio construido a mediados del ‘500 ha sido restaurado varias veces, la última obra se inició en 2002 y sacó a la luz otra vez la cúpula y el minarete, destruidos por las bombas de la guerra de 1993: lo que queda de la mezquita se encuentra en el espacio abierto frente a la entrada. Parece que quiera recordar el perjuicio sufrido y dejar una advertencia para el futuro.

Mezquita hadži alija

Al lado hay un edificio con estilo turco que desde los años ’60 aloja el International Art Colony de Pocitelj donde artistas de todo el país y alrededores se refugian, viven y trabajan en espacios dedicados a ellos; los visitantes pueden pasear por la galería con las obras y relajarse en el patio. No tuvimos tiempo de visitar la fortaleza que domina la ciudad y nos tuvimos que conformar con mirarla desde abajo, aunque subiendo hasta allí la vista del paisaje tiene que ser realmente impresionante.

Pocitelj es un puntito en el mapa, es un pueblo tan pequeño que bastaría media hora para recorrerlo, parándose incluso para tomar algunas fotos, pero creo que se merece mucho más: un paseo lento, sentándose debajo de un árbol y comiendo unos higos secos, subiendo a la fortaleza para ver el río Neretva, deteniéndose para mirar las obras de artistas desconocidos, acariciando el tronco del árbol secular delante de la Mezquita. Es un lugar en el que perderse para respirar la tranquilidad y donde escuchar el pasado que todavía se mantiene atrapado entre las piedras.