La República de Sudáfrica es una nación muy extensa e increíblemente variada. En sus 1.219.090 kilómetros cuadrados se pueden encontrar playas incontaminadas, cadenas montañosas, extensiones boscosas y verdes colinas dedicadas al cultivo.
Pero quizás la razón más difusa para visitar este extraordinario país consiste en las innumerables posibilidades de safari para observar de cerca la fauna salvaje, tan variopinta cuanto las diferentes estructuras morfológicas del territorio sudafricano.
Las modalidades con las que acceder a este género de experiencias se han multiplicado en el curso de los últimos años, llegando a ofrecer una amplia gama de alojamientos para los turistas, desde la tradicional tienda sumergida en la sabana hasta los más modernos lodge dotados de toda tecnología. Las empresas especializadas en viajes a Sudáfrica ofrecen paquetes a medida para cada exigencia, y no dejan nada a la improvisación.
Son diecinueve los parques nacionales sudafricanos administrados por el ente de protección del patrimonio natural SANParks. El Kruger National Park es la reserva natural más extensa de Sudáfrica. Cubre un área de casi 20 mil kilómetros cuadrados que atraviesa las provincias de Limpopo y Mpumalanga en el norte del país. Fundado en el 1926, el parque se prolonga por escenarios salvajes e incontaminados que hospedan todos los animales más conocidos: león, elefante, búfalo, leopardo y rinoceronte.
En el otro lado del territorio nacional, en la extremidad de la península del Cabo, el Table Mountain National Park es menos extenso, pero su cercanía al mar ofrece a sus visitadores panoramas incomparables, mientras que la cadena montañosa ofrece la posibilidad de hacer emocionantes excursiones a pies.