Cerdeña en autocaravana
Casi todos los viajeros de espíritu tenemos algo en común. Después de recorrer mundo aprendemos a valorar mucho más aquello que nuestra propia patria ofrece.
Y aunque ya llevo muchos años en España y siento este país casi como el mío, no olvido los grandes momentos de felicidad que me proporciona regresar a Italia y reencontrarme con las costumbres, paisajes y sabores con los que crecí.
En esta ocasión mi regreso se produjo a la isla de Cerdeña, un lugar que ya he visitado anteriormente y del que os he hablado en otros posts. Pero el plan era muy distinto: mi amigo Giancarlo me invitaba a recorrer Cerdeña en caravana durante 3 días, y eso sonaba a aventura y de las gordas. Imposible decir no a un plan así.
Recorrer Cerdeña es una aventura bastante diferente a visitar la isla. Con tanto por ver, podría pensarse que un viaje a Cerdeña requiere cierta planificación, pero justamente el encanto de este viaje radicaba en dejar gran parte a la improvisación.
No sería un recorrido exhaustivo, y por supuesto nos quedarían muchas cosas por ver, pero la sensación de libertad que te produce montarte en una autocaravana y decidir cada mañana qué rumbo quieres tomar…Eso no tiene comparación.
Lo primero que hicimos fue alquilar la caravana. Giancarlo ya ha hecho algunos viajes así y controla más que yo de esto, así que lo dejé en sus manos. Terminamos alquilandola en yepcampers.com/es/ y la verdad es que se portaron de lujo. ¡Hasta le regalaron el saco de dormir al terminar el alquiler!
Recogimos la caravana en Alghero, una ciudad a casi 250 km de Cagliari, y desde allí nos dirigimos por el interior hasta Porto Torres, en un trayecto que no nos llevó más que un par de horas.
Porto Torres es una localidad muy turística que sirve como punto de llegada a la isla de muchos ferrys. Además de unas playas preciosas tiene unas ruinas de termas romanas que a decir verdad no están en muy buen estado. Pero como había que cumplir una mínima cuota cultureta, nos acercamos a verlas.
Había dos opciones, continuar por toda la zona norte de la isla o desde allí volver bajando por la costa oeste. Esto suponía realizar el camino en dirección opuesta a la que habíamos tomado para llegar a Porto Torres, pero siendo sincero, nos daba igual.
Al día siguiente subimos a conocer Stintino, un pequeño pueblo de poco más de 1300 habitantes y volvimos a tirar hacia el sur pero esta vez por la costa, llegando pronto a Cappo Caccia, donde visitamos la increíble gruta de Neptuno, una gruta natural llena de estalactitas y estalagmitas que te deja sin habla. A pesar de lo mucho que admiro las obras arquitectónicas del ser humano, nunca me deja de asombrar lo que es capaz de hacer la naturaleza por si sola.
Alghero y Bosa fueron nuestros siguientes destinos. De esta última me llamaron la atención las casas de colores y el castillo medieval que domina el pueblo, pero tampoco pasamos mucho tiempo allí, aunque hicimos parada para cenar.
Entre una y otra hay apenas una hora de viaje, pero recuerdo que comentamos con admiración la belleza de los paisajes que podían disfrutarse desde la sinuosa carretera con vistas al mar. Sin duda uno de los recuerdos más intensos.
El tercer y último día de nuestra mini ruta en autocaravana por Cerdeña lo dedicamos a la costa sur.
Bajamos e hicimos noche en un área de acampada cercana a Cala Domestica que sería nuestra base de operaciones para esta jornada final. Desde allí visitamos esta pequeña y coqueta playa y también nuestro particular Pan de Azúcar, no tan famoso como el de Río pero que tiene su encanto y al que sacamos algunas fotos.
Antes de regresar y tras un par de días en plan perroflauta, decidimos darnos un homenaje culinario, y para eso nada mejor que visitar Cagliari, donde están los mejores restaurantes de Cerdeña. Tras hacer los honores a la cocina del St Remy (¡caro pero recomendadísimo!) llegaba la hora de devolver la autocaravana de alquiler y volver a la vida real.
Teniendo en cuenta mi ritmo de vida es más que probable que Giancarlo y yo tardemos algún tiempo en volvernos a ver, pero estoy seguro que cuando sepa que vuelvo a estar por Italia me llamará para hacer una segunda parte de esta excursión por Cerdeña en autocaravana por las zonas que nos han quedado por ver.
Las conversaciones al volante, las confidencias, las risas y los paisajes han pasado a convertirse en parte de nuestro patrimonio de recuerdos en común. Y estoy seguro de que si te decides a hacer una de estas rutas en autocaravana por Cerdeña, a ti te ocurrirá lo mismo con las personas que te acompañen.
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