
Comer Bien en Venecia
El barrio judío de Venecia, el primogénito de la historia de Europa nacido principios del 500, es en mi opinión uno de los lugares más interesantes de la ciudad: tranquilo, pero siempre lleno de vida, que cuenta una Venecia diferente de la más típica que se caracteriza por la riqueza de las casas del Canal grande. Esta área se encuentra en Cannaregio, entre el Ponte delle Guglie y Fondamenta degli Ormesini.
Uno de los elementos más importantes de la cultura judía es la cocina, que está estrechamente vinculada a la religión, a las festividades y está también definida por las características particulares y diferentes dependiendo del lugar donde se encuentra la comunidad. Los Judíos venecianos pues cocinan y comen platos y alimentos que a lo largo de los siglos han sido fuertemente influenciados por las tradiciones culinarias de la ciudad de la laguna. La mejor manera de disfrutar de la atmósfera del gueto es probar algunos de estas especialidades kosher, una palabra que significa «apto», y , por tanto, sujeto a las normas de la Torá.
Si pasas por aquí y quieres probar algo rápido, te puedes parar en Gam Gam Goodies o Forneria Volpe: aquí se encuentran especialmente dulces (especialmente las galletas) hechas a mano y respetando las antiguas recetas. Mis favoritos se llaman «le Recie de Aman» o «orejas de Hamán», albóndigas hechas de hojaldre relleno de mermelada, almendras, semillas de amapola o chocolate, que son los dulces de la fiesta de Purim (pero que se pueden encontrar todos los días en los mostradores de las dos panaderías!).
Aparte de estos hay también muchas otras delicias para picar sentándose en los bancos del Campo del Ghetto Nuovo: impàde rellenas con almendras, pasas, pan sin levadura, y muchas otras cosas buenas, dulces y saladas. Los productos de la Forneria en particular, además de ser kosher ( «certificado» por el gran rabino de Venecia) también son adecuados para las personas con alergias a los alimentos, no contienen productos lácteos, huevos y levadura.
Los que prefieren sentarse en una mesa para tomar una copa o una comida completa mejor se dirijan al GAM GAM, un restaurante cuya reputación ha llegado en el extranjero, pero que sin embargo se mantiene al alcance de cualquiera.
El consejo que puedo dar es empezar con el aperitivo de Israelí, ideal para dos personas y que te permite probar muchas especialidades de diferente naturaleza: el falafel con zanahorias picantes, diferentes salsas, puré de garbanzos, verduras y mucho más. El resto del menú es una contaminación de la comida italiana, y judía: he probado un delicioso y generoso cuscús de pescado, con tomate y salmón. Si eres vegetariano o vegano este lugar también te viene bien y en el menú encontrarás platos para satisfacer tus preferencias. Eso sí, reservar con antelación: el sitio no es muy grande y está siempre lleno.
La última posibilidad que personalmente no he probado todavía, es parar en la cafetería del Museo Judío, tal vez después de haber visitado o haber hecho el recorrido por las sinagogas: aquí se sirven diferentes platos y bocadillos. En este momento sólo puedo desearte Bete’ Avòn ( que aproveche )
Deja una respuesta