Venecia es, sin lugar a dudas, la ciudad romántica de Italia por excelencia. Poca gente en el mundo pensará en otra ciudad si le preguntas por una ciudad con canales y góndolas. Además, Venecia esconde algunos secretos que la convierten en un lugar turístico de primer orden.
En esta ocasión, te explicamos cuáles son esos lugares y por qué no deberías perdértelos bajo ningún concepto cuando visites esta preciosa ciudad.
¿Qué ver en Venecia?
Algo que no vas a poder evitar ver en Venecia, como puedes suponer, son canales y góndolas. La mayoría de las calles (y avenidas) de Venecia… ¡No son calles! Son largos canales llenos de agua que debes cruzar continuamente de puente en puente. Una vista preciosa y bastante curiosa, teniendo en cuenta que casi todas las casas tienen su propia barquita en el exterior como si de un coche se tratase.
Dejando a un lado los canales (los cuales, insistimos, son preciosos -a pesar de los mosquitos en verano), la Plaza de San Marcos es un lugar de obligada visita para los turistas. Allí encontrarás a numerosos artistas callejeros y podrás realizar tus compras de souvenirs, además de disfrutar de edificios de magnífica arquitectura.
Por otro lado, el Gran Canal de Venecia también pide a gritos que se observe, ya que sería como la Gran Avenida de una ciudad normal, salvo porque estamos en Venecia, y, allí, en vez de asfalto y autobuses, hay agua y barcas. Algo digno de admiración, te lo aseguro.
El Puente de los Suspiros es otro de esos lugares que hacen las delicias de los más románticos. Según cuenta la leyenda, por allí pasaban los reos que estaban condenados con la pena capital. No hace falta que te explique que es parte de la leyenda que rodea a este puente, pero las gentes del lugar aseguran que todavía hoy pueden oírse esos suspiros y lamentos.
Otro lugar de gran interés, y de una belleza sin igual, es la Basílica de San Marcos, un edificio que te maravillará, en primer lugar, por su tamaño, pero, después, por su increíble belleza. A nosotros nos sorprendió la confianza que debían tener las gentes de la ciudad en su día en el sistema de canales que habían desarrollado. Y es que, construir un edificio tan maravilloso en un lugar, aparentemente, tan amenazado por el agua, es poco menos que un acto de rebeldía contra la naturaleza.
Otro edificio de gran belleza y que no puedes dejar de visitar es el Palacio Ducal. No esperes encontrar un edificio tan elegante como la Basílica de San Marcos. El Palacio Ducal cuenta con un diseño que podríamos calificar de “militar”, muy cuadriculado y con una belleza austera. Sin embargo, es imprescindible su visita.
La Basílica de Santa María de la Salud también es digna de ser visitada, tanto por su belleza como por la leyenda que hay detrás, y que es mejor que oigas de boca de las gentes del lugar, ya que la cuentan con una emotividad que sería un sacrilegio tratar de reproducir por escrito.
Por último, te recomendamos dos visitas fuera de lo común pero que no pueden faltarle a nadie que visite Venecia: El barrio judío (que, posteriormente, daría nombre a todas las juderías europeas), y las playas (que, aunque poco conocidas, también las hay).
Como ves, ya sea para disfrutar de las góndolas o para perderte por los estrechos callejones de esta maravillosa ciudad, Venecia es un lugar que no puedes quedarte sin visitar. Nuestra recomendación es que acudas a ella durante los carnavales, pero en cualquier otra época del año también disfrutarás… ¡Eso te lo aseguramos!
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