
Visitar Belgrado: que ver, donde salir y dormir
Ya desde la primera mirada da la impresión de la gran capital europea: los signos de los recientes bombardeos han, casi, desaparecido, y Belgrado ya ha vuelto a ser la reina de la diversión balcánica.
A cualquiera hora del día y de la noche encontraréis un local, un bar, un restaurante dispuesto a servir comida, copas y a alegrar el cliente con música. Desde el turbofolk balcánico hasta algo más tradicional y folclórico, sin olvidar los grandes hit internacionales. Belgrado entra a todos los efectos en la fila de las grandes capitales europeas, sin temer comparaciones.
Empecemos con el piso: no nos podemos equivocar. Si hay sitio el consejo es el Nusic Apartment. Óptima posición, a dos pasos del centro, de Trg Republike y del hotel Moscow, habitación muy espaciosa, limpia y dotada de toda comodidad. Para cuatro son 22 euros por noche, solución perfecta para tres/cuatro días, indispensables en la primera visita de Belgrado. Dedicad al menos una mañana a la visita de la ciudadela de Kalemegdan: desde su espléndida posición asomada sobre los dos cursos de agua que cortan Belgrado, podréis admirar la confluencia de la Sava en el Danubio y el barrio de Novi Beograd.
Alrededor un espectáculo de vegetación exuberante: dentro de la ciudadela fortificada descubriréis la Torre del reloj, el Museo Militar y el Monumento del vencedor. Poned aquí las bases para vuestra visita a las decenas de locales, en barcos o no, que llenan los ríos. El consejo es el Frida, delicioso para un aperitivo y sobre todo después de la cena.
De vuelta, entre una pista de tenis y otra (Novak Djokovic es la estrella), tomad Knez Mihiahailova, la bonita avenida peatonal, abarrotada de locales, tiendas y majestuosos edificios, que lleva hasta Trg Republike. Si todavía estáis cansados continuad por Trg Nikole Pasica y por el Parlamento. Éste también es la dirección que lleva a Kneza Milosa: aquí han quedado dos inmensos edificios destripados por las bombas Otan durante la Guerra de Kosovo, en 1999. Y más: el museo de Nikola Tesla es para los apasionados, pequeño pero interesante, mientras la última etapa de este largo recorrido es el Templo de San Sava, la iglesia ortodoxa más grande del mundo: el exterior es maravilloso, adyacente a un parque bien cuidado. El interior todavía está en obras.
Salir de noche en Belgrado: daros una vuelta por Skadarska, una callejuela adoquinada rica en rincones y locales característicos, música en directo, muy bohemia. Para cenar iros al ? (interrogante, en Kralja Petra delante de la Iglesia de San Miguel Arcángel). Óptimo servicio, óptima comida, precios en la media, en todo caso más bajos que en España. Será una pena dejar Belgrado y sus vicios.
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